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Una sugerencia: puedes acompañar la lectura de esta entrada escuchando el tema de Serrat, si así lo prefieres.

¿Cuántos significados esconde la imagen de la Madre de El Guernica?

Inicio el blog con esta pregunta y ofrezco como respuesta una versión totalmente personalista. Antes de presentarla, me voy a detener en esta sencilla pero contundente definición, “la imagen es una representación de algo que no está presente” (Aparici, 2009:51). A lo que agrego, que la imagen carecerá de significados para quien se exponga a ella, si no logra enlazarla con algún referente que guarde almacenado en su memoria y que proviene de sus experiencias, de evocaciones de momentos vividos. “Nuestro conocimiento del mundo no va a depender sólo de la suma de sensaciones visuales, olfativas, táctiles, etc., sino también de las asociaciones significativas que realizamos con cada una de ellas”.
Así, para una niña de seis o siete años quizás esas experiencias no fueran todavía suficientes. A esa edad veía la imagen de la Madre de El Guernica de Picasso con mucha frecuencia, impresa en afiches, en postales y en papeles. Estaba por todas partes, en casa y también en una oficina que frecuentaba con papá llamada “Libertad para España”. Él era un viejo republicano español que vivió los mejores siete años de su juventud en una prisión en Canarias, durante el régimen franquista. Luego, se convirtió en un perseguido político, por lo que tuvo que dejar su amada patria. Por suerte, logró ser acogido en Venezuela y allí, junto a otros inmigrantes republicanos, formó un grupo que se encargaba de recoger fondos y de enviarlos a las esposas y a los hijos de los presos políticos españoles. La Madre de El Guernica fue la iconografía que representó a la ya desaparecida organización que papá ayudó a fundar en Caracas.
Cuando niña veía esta imagen de Picasso como un dibujo sencillo, que yo sería capaz de hacer. Aunque nunca lo intenté, porque me parecía triste y que no era para niños. Hasta me creé una propia historia en torno a esa imagen: un pequeño había muerto y la madre gritaba de pena. Papá me lo confirmó y me dijo que así de dura era la realidad de los países que han vivido guerras y que han abandonado el camino de la libertad. Para entonces no lo entendí muy bien, era algo muy ajeno para alguien tan joven, que nunca vivió una guerra y que nació en un país libre.
Ya de adulta viví en Madrid en dos oportunidades y me di el gusto de visitar El Guernica todas las veces que quise. Debo confesar que siempre me ocurrió lo mismo: mis rodillas flaqueaban frente a la obra y no podía contener mis emociones cuando al recorrerla con la mirada me encontraba con la dolorosa escena de la madre.
Después de narrar este antecedente puedo explicar mejor qué significado esconde para mí esta hermosa imagen: la añoranza de la patria, entendida como la madre, que es el amor más genuino que puede sentir un ser humano; y el dolor por la pérdida de la libertad, el más elevado de los ideales del hombre. Tengo la certeza de que a mi padre y a sus amigos republicanos les habría ocurrido lo mismo que a mí y hasta se habrían postrado ante la Madre de El Guernica. Para nosotros su significado es el mismo y es único. De ahí viene mi pregunta inicial, porque existen tantos significados como referentes distintos han tenido los que hayan admirado El Guernica.
A quienes lean estas líneas y estén por Madrid los invito a verlo o a repetir la experiencia con una nueva visión. Y dejo para la reflexión esta última frase de Gombrich, Hochberg y Black (Aparici, 2009:19): “La percepción siempre está necesitada de universales”.

Fuente consultada:
Aparici, Roberto; García, Agustín; Fernández, Jenaro; Osuna, Sara (2006). La imagen. Análisis y representación de la realidad. Gedisa. España.